El nacimiento del LLAMARADA MOE.

Arrancando junio del 2010...

Pleno mundial de Sudádrica, la emoción de un nuevo mundial, la esperanza de volver a campeonar como fue en el 86'... la de mejor recuerdo por la forma en que se dió. Aparecía el DIEGO en su máxima expresión. Ese que nos inspiró a la gran mayoría de nosotros. Que nos hizo emocionar y agarrarnos la cabeza cuando no entendíamos como un hombre igual que nosotros, en apariencia, podía hacer que el futbol sea tan sencillo a la vista. Ahora lo vivía desde un punto de vista que escasas veces experimentó, lo vivía desde afuera, en el banco. Y con todo lo que provoca y genera el mundial: pasiones, alegrías, tristezas, reencuentros, sorpresas, admiraciones... emociones que sólo aquellos que viven el fútbol, que aman el fútbol pueden saber de lo que estoy hablando. Para todos los que habían olvidado lo que era jugar al FúTBOL, los que habían dejado de sentir lo que era salir a la cancha y mirar al lado tuyo y ver que tu compañero tiene los mismos colores que vos, saber que si te caes, te va a dar la mano para levantarte, que si el rústico de ellos te pega, el va a ir a responderle de la misma forma. Porque es un equipo, porque si le tirás una pared que no te salió te va a aplaudir por querer jugar al fútbol, no a la pelota, al fútbol. Sabiendo que si perdés la marca, te va a cubrir, y no te va a recriminar nada. Porque recién te paso a vos, pero después le puede tocar a él. El sentimiento de hacer un gol y salir corriendo a abrazarte con tus compañeros de equipo, es una sensación que no tiene comparación alguna. Porque el árbitro anota tu número de camiseta, pero el gol lo hicieron todos... Desde el arquero que sacó la bocha a contrapierna, pasando por el defensor que corrió para buscar el rebote, sin olvidarme del mediocampista que le dió opción de pase para descargar y termniando por vos, que leíste la jugada y estabas ahí para empujarla. Por eso es que digo que el gol lo hicimos todos. Y sin olvidarse de los que les toca esperar afuera, alentando sin importar si van a tener esa chance, tan esperada, de poder pisar el rectangulo. Entre esos está el DT, el que te para en la cancha, te ordena, te pega el grito en el momento justo, para que cierres la espalda de algún compañero, para que hagas un cambio de frente, para que piques al vacío... para que te calmes cuando le protestás al árbitro. Es el que te alienta cuando le pifiaste y el que te palmea cuando hiciste las cosas bien.

Eso es un equipo, tirar todos para el mismo lado, tener un objetivo en común.

Empieza algo hermoso, empieza un torneo, un campeonato y con eso la ilusión de mirar arriba y ver el nombre de tu equipo en lo más alto.

Así es como nació LLAMARADA MOE, con idas y vueltas, con mas jugadores, con menos.. pero siempre
buscando lograr lo que un jugador mas anhela formar un equipo que juegue al FúTBOL y ser CAMPEóN.